por Ciudad Redonda
Señor, ayúdanos a ver en tu cruz y en tu resurrección un ejemplo de cómo soportar y aparentemente morir en la agonía y el conflicto de la vida diaria, de manera que vivamos más llenos y más creativamente.
Tú aceptaste paciente y humildemente la negación de la vida humana, así como las torturas de tu crucifixión y pasión. Ayúdanos a aceptar los sufrimientos y los conflictos que vienen a nosotros cada día como oportunidades para crecer y parecernos más a ti. Ayudanos a pasar por ellos con paciencia y valentía, confiando en que tú nos ayudarás. Que nos demos cuenta de que solo a través de las frecuentes muertes a nosotros mismos y a nuestros egoístas deseos podemos vivir más plenamente; sólo muriendo contigo podremos resucitar contigo.
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