21 de marzo de 2011

EXCLUSIVO: La vida de la comunidad agustina de Tokio, después del terremoto, tsunami y alerta nuclear



La Orden de San Agustín cuenta con un Vicariato en Japón. Ninguna de sus comunidades se halla en las inmediaciones de Sendai, Fukushima, Miyagi o en las demás áreas más castigadas por los desastres que golpearon el país del Sol Naciente. La comunidad más cercana es Tokio, que por estos días es centro de la noticia por las posibles repercusiones del desastre de la central nuclear de Fukushima Daiichi. ¿Cómo es la vida diaria? ¿A qué se deben enfrentar nuestros hermanos agustinos en la capital de Japón? Leamos un testimonio de primera línea, firmado por Fr. Hiroyuki Shibata, o.s.a., Vicario Agustino de Japón, traducido al castellano por El Buen Consejo. Buena lectura, y que estas líneas sirvan para incrementar nuestra solidaridad, orante y concreta, con el pueblo japonés.

(Mensaje dirigido a Fr. Michael Bielecki, o.s.a., de la Provincia Agustina estadounidense de Villanova)

Querido Michael:

Disculpa por tomarme algunos días para responderte (...) En la actualidad, nuestros frailes están todos bien y nuestra vida en Tokio -puedo sólo contarte acerca de Tokio- parece ser más apacible que de costumbre, debido a la menor cantidad de automóviles a causa de la falta de gasolina y menos trenes por la falta de electricidad. En nuestra Casa de Formación y en la Parroquia de Kasai no hemos tenido apagones de electricidad, cortes de agua o gas desde el día del terremoto, cosa que sin embargo ocurre actualmente en otras zonas de Tokio. Excepto por algunos inconvenientes especialmente con el transporte, veo que no hay muchas dificultades en la vida cotidiana. La frecuencia de réplicas del terremoto ha disminuido aunque se esperan temblores de mayor intensidad dentro de un mes o algo así.

Estoy siguiendo los medios de comunicación extranjeros y encuentro que algunos de ellos transmiten sólo el aspecto catastrófico de la noticia, lo cual es ciertamente la realidad, pero lógicamente percibimos acá que hay muchos otros aspectos que sólo ése. Tengo la impresión que la manera en que la prensa de los EE.UU. presenta las noticias de Japón es, en general, demasiado aterrorizante, diciendo que los japoneses no nos damos cuenta (no informados) de lo que está realmente sucediendo. La prensa norteamericana es muy escéptica frente a la información entregada por el gobierno japonés. Traten de no depender, por favor, sólo de los grandes medios de comunicación estadounidenses, especialmente en cuanto a las informaciones relativas al desastre de la central nuclear, y busquen en la Red otras fuentes informativas (también en japonés, si es posible). ¿Se espera que en Tokio haya gente presa del pánico? ¿O están pensando, lo más tranquilamente posible, el mejor modo de  ayudar (atendiendo, por supuesto, al propio cuidado) a quienes están experimentando un dolor físico y psicológico mucho mayor y están aún en peligro de vida en el noreste del país?

Hay un sitio web donde puedes controlar los niveles de radioactividad diaria en las ciudades más importantes (disculpa, está sólo en japonés). Al menos, hasta ahora no hemos experimentado ningún nivel crítico de radiación, excepto en las áreas más cercanas a la central nuclear.

Algunas personas podrían desconfiar de los datos entregados por el gobierno (Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología). Un artículo de la agencia Reuters explica cómo explicar y confirmar dichos datos.

Como ves por las noticias, muchos sobrevivientes sufren de escasez de agua, comida, medicina, calefacción (el invierno está de regreso y ellos no tienen cómo calentarse adecuadamente) y otras cosas. Pido muchas oraciones.


Fraternalmente, 

Fr. Hiroyuki Shibata, o.s.a.

1 comentario:

  1. Como é bom receber notícias do Oriente, ter maior contato com nossos irmãos que ali vivem desde o carisma de nosso Pai Agostinho. Também é importante saber que, para além da tragédia e da catrástrofe, muito se tem feito e vivenciado em termos de experiências de solidariedade e união de todos para reconstruir o que foi destruído. Eis a força que sempre produz vida nova: A Solidariedade e a força para vencer.

    Frei Márcio A. Vidal de Negreiros - OSA
    Vicariato N. Sra. da Consolação - Brasil
    marciovidal@hotmail.com

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