7 de enero de 2010

Declaración del Obispo de Melipilla (Chile) ante hechos perpetrados por párroco



Estupor y desconcierto expresó el Obispo de Melipilla, Mons. Enrique Troncoso, al comentar la investigación judicial y el procedimiento policial que concluyó con la detención del sacerdote Ricardo Muñoz.
 
De esta forma Mons. Enrique Troncoso se refirió este miércoles a la situación del sacerdote Ricardo Muñoz Quintero, quien se desempeñaba como párroco de Santa Teresa de Los Andes, de esa diócesis. El clérigo, acusado de promover el comercio sexual con menores, fue detenido en su domicilio este martes junto a una mujer que se sindica como su pareja y cómplice.

En la declaración pública, dada a conocer este miércoles, el obispo aclaró que no hay en la institución eclesiástica antecedentes de denuncias o acusaciones formales en su contra, y expresó su disposición a prestar la máxima colaboración con las instancias judiciales a las que corresponde esclarecer la verdad de los hechos.

"Confiamos en la acción de los tribunales de justicia y respetaremos sus dictámenes. Sin perjuicio de lo interior, y dada la gravedad de las situaciones que se han divulgado públicamente, abriremos una investigación causa canónica conforme el ordenamiento jurídico particular de la Iglesia. El sacerdote Muñoz queda suspendido de sus funciones ministeriales para facilitar la pronta acción de la justicia", indica la declaración.

Agrega el Obispo que, "si bien las conductas que se atribuyen al sacerdote Muñoz son impropias del ministerio sacerdotal y además motivo de escándalo y decepción para la comunidad, la acusación de pedofilia resulta particularmente grave en un clérigo. En la Iglesia no hay lugar para personas que abusan sexualmente de menores".

Mons. Enrique Troncoso expresó su cercanía a todas las personas que, de un modo u otro, se ven afectadas por las situaciones que se denuncian, entre ellas especialmente a las presuntas víctimas y a sus familiares. "A las diversas comunidades parroquiales donde ha servido, también les manifiesto mi afecto de pastor en un momento de comprensible decepción y desconcierto. Queremos pedir perdón a Dios y a los hermanos. Y a la vez respetar al inculpado en sus derechos y en la espera de las pruebas y acusaciones y del juicio".

Finalmente, el Obispo invitó a los fieles de la Iglesia de Melipilla, y al pueblo católico en su conjunto que este año vive el Año Sacerdotal, a "rezar y reflexionar, para que como Iglesia sepamos enfrentar con madurez cristiana situaciones como ésta que causan dolor a personas y familias, y para que el Señor nos regale santos sacerdotes que anuncien con su vida la buena noticia del Evangelio, como lo hace la inmensa mayoría de los 2.400 sacerdotes que sirven en Chile".



Texto completo de la Declaración:


Ante la divulgación en un noticiero de TV de la investigación judicial y el procedimiento policial que concluyó con la detención este martes 5 de enero del sacerdote RICARDO MUÑOZ QUINTEROS, el Obispo de Melipilla expresa lo siguiente:

1. Con estupor me he enterado de las acusaciones que se formulan al sacerdote Ricardo Muñoz, quien se desempeñaba como párroco de Santa Teresa de Los Andes, en nuestra diócesis. No hay en la institución eclesiástica antecedentes de denuncias o acusaciones formales en su contra, por lo que los hechos imputados nos causan gran desconcierto.

2. Como corresponde en estos casos, la autoridad eclesiástica prestará toda su colaboración con las instancias judiciales a las que corresponde esclarecer la verdad de los hechos. Confiamos en la acción de los tribunales de justicia y respetaremos sus dictámenes. Sin perjuicio de lo anterior, y dada la gravedad de las situaciones que se han divulgado públicamente, abriremos una investigación causa canónica conforme al ordenamiento jurídico particular de la Iglesia. El sacerdote Muñoz queda suspendido de sus funciones ministeriales para facilitar la pronta acción de la justicia.

3. Si bien las conductas que se atribuyen al sacerdote Muñoz son impropias del ministerio sacerdotal y además motivo de escándalo y decepción para la comunidad, la acusación de pedofilia resulta particularmente grave en un clérigo. “En la Iglesia no hay lugar para personas que abusan sexualmente de menores”.

4. A todas las personas que, de un modo u otro, se ven afectadas por las situaciones que se denuncian, entre ellas especialmente a las presuntas víctimas y a sus familiares, les expreso mi cercanía. A las diversas comunidades parroquiales donde ha servido, también les manifiesto mi afecto de Pastor en un momento de comprensible decepción y desconcierto. Queremos pedir perdón a Dios y a los hermanos. Y a la vez respetar al inculpado en sus derechos y en la espera de las pruebas de acusaciones y del juicio.

5. A los fieles de la Iglesia de Melipilla, y al pueblo católico en su conjunto que este año vive el Año Sacerdotal, les invito a rezar y reflexionar, para que como Iglesia sepamos enfrentar con madurez cristiana situaciones como ésta que causan dolor a personas y familias, y para que el Señor nos regale santos sacerdotes que anuncien con su vida la buena noticia del Evangelio, como lo hace la inmensa mayoría de los 2.400 sacerdotes que sirven en Chile.




† ENRIQUE TRONCOSO T.
Obispo de Melipilla




Melipilla, 6 de enero de 2010


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