De Terra.cl
MELIPILLA, enero 5.- Una sórdida historia quedó al descubierto este martes luego que un sacerdote, identificado por Ricardo Alberto Muñoz Quintero y su presunta pareja, Pamela Ampuero, fueron arrestados por promover y facilitar el comercio sexual con menores de edad.
Según informó TVN el Ministerio Público y la Policía de Investigaciones (PDI) seguía los pasos del hombre desde hace varios meses, descubriendo que llevaba una doble vida. El sujeto trabajaba y vivía la mayor parte de la semana en Melipilla pero los días lunes, martes y domingo viajaba a Curacaví para encontrarse con su pareja y sus hijos.
Para no ser reconocido el cura no utilizaba el auto puesto a su disposición en Melipilla, sino que viajaba en taxi colectivo y otras veces en bus y generalmente era recogido por su pareja, que manejaba un automóvil nuevo, pero él se instalaba en el asiento de atrás hasta llegar a la casa. Incluso, ocasionalmente llevaba a sus hijos de 5 y 9 años a una escuela rural de la zona.
El padre Ricardo trabajaba hace algunos años en una parroquia de Curacaví pero las autoridades religiosas decidieron destinarlo a Melipilla. Una vez incorporado a esa diócesis comenzó a trabajar en la parroquia Santa Teresa de los Andes y luego como capellán del prestigiosos colegio Carampangue, pero las denuncias sobre abusos sexuales y conductas incorrectas empezaron a surgir.
ENCUENTROS SEXUALES
Según el reportaje de TVN el sacerdote utilizaba el auto del arzobispado para tener encuentros sexuales con menores de edad.
En la imágenes del canal se ve a Muñoz viajando a Santiago para reunirse con una jovencita en Estación Central con la cual se dirige a un conocido motel en Vespucio Sur, horas más tarde salió en el vehículo dejando a la muchacha en Estación Central para volver rápidamente a Melipilla a oficiar una misa.
El sacerdote regularmente pagaba a menores de edad para que le prestaran servicios sexuales e incluso una de las niñas habría quedado embarazada.
Los detectives sospechan también que habría una apropiación de dineros de la Iglesia para pagar sus deseos sexuales. Ofrecía entre 25 mil y 30 mil pesos a las chicas y acostumbraba a visitar moteles de cierto nivel en Casablanca.
Lo que resulta particularmente escabroso es que sería su propia pareja, Pamela Ampuero, la que le conseguía jovencitas. De acuerdo con antecedentes en poder la fiscalía, Pamela habría ofrecido al menos a cinco menores de su barrio para tener sexo a cambio de dinero con un tal Albert a quien habría presentado como el hermano gemelo de su pareja. Varias muchachas aceptaron y declararon haberse acostado con el cura.
El sacerdote y su pareja fueron arrestados hoy por promover y facilitar el comercio sexual con menores de edad y el fiscal no descarta que surjan nuevas denuncias y delitos como el de violación.
Según informó TVN el Ministerio Público y la Policía de Investigaciones (PDI) seguía los pasos del hombre desde hace varios meses, descubriendo que llevaba una doble vida. El sujeto trabajaba y vivía la mayor parte de la semana en Melipilla pero los días lunes, martes y domingo viajaba a Curacaví para encontrarse con su pareja y sus hijos.
Para no ser reconocido el cura no utilizaba el auto puesto a su disposición en Melipilla, sino que viajaba en taxi colectivo y otras veces en bus y generalmente era recogido por su pareja, que manejaba un automóvil nuevo, pero él se instalaba en el asiento de atrás hasta llegar a la casa. Incluso, ocasionalmente llevaba a sus hijos de 5 y 9 años a una escuela rural de la zona.
El padre Ricardo trabajaba hace algunos años en una parroquia de Curacaví pero las autoridades religiosas decidieron destinarlo a Melipilla. Una vez incorporado a esa diócesis comenzó a trabajar en la parroquia Santa Teresa de los Andes y luego como capellán del prestigiosos colegio Carampangue, pero las denuncias sobre abusos sexuales y conductas incorrectas empezaron a surgir.
ENCUENTROS SEXUALES
Según el reportaje de TVN el sacerdote utilizaba el auto del arzobispado para tener encuentros sexuales con menores de edad.
En la imágenes del canal se ve a Muñoz viajando a Santiago para reunirse con una jovencita en Estación Central con la cual se dirige a un conocido motel en Vespucio Sur, horas más tarde salió en el vehículo dejando a la muchacha en Estación Central para volver rápidamente a Melipilla a oficiar una misa.
El sacerdote regularmente pagaba a menores de edad para que le prestaran servicios sexuales e incluso una de las niñas habría quedado embarazada.
Los detectives sospechan también que habría una apropiación de dineros de la Iglesia para pagar sus deseos sexuales. Ofrecía entre 25 mil y 30 mil pesos a las chicas y acostumbraba a visitar moteles de cierto nivel en Casablanca.
Lo que resulta particularmente escabroso es que sería su propia pareja, Pamela Ampuero, la que le conseguía jovencitas. De acuerdo con antecedentes en poder la fiscalía, Pamela habría ofrecido al menos a cinco menores de su barrio para tener sexo a cambio de dinero con un tal Albert a quien habría presentado como el hermano gemelo de su pareja. Varias muchachas aceptaron y declararon haberse acostado con el cura.
El sacerdote y su pareja fueron arrestados hoy por promover y facilitar el comercio sexual con menores de edad y el fiscal no descarta que surjan nuevas denuncias y delitos como el de violación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Quieres comentar esta noticia?