30 de marzo de 2012

CUARESMA CON LOS PADRES: Viernes V, Los sufrimientos de Jesús (Santo Tomás de Aquino)

Oía los rumores de la gente:
“¡Terror por todas partes!
¡Denúncienlo! ¡Sí, lo denunciaremos!”.
Hasta mis amigos más íntimos
acechaban mi caída:
“Tal vez se lo pueda seducir;
prevaleceremos sobre él
y nos tomaremos nuestra venganza”.
Pero el Señor está conmigo
como un guerrero temible:
por eso mis perseguidores tropezarán
y no podrán prevalecer;
se avergonzarán de su fracaso,
será una confusión eterna, inolvidable.
Señor de los ejércitos, que examinas al justo,
que ves las entrañas y el corazón,
¡que yo vea tu venganza sobre ellos!,
porque a ti he encomendado mi causa.
¡Canten al Señor, alaben al Señor,
porque él libró la vida del indigente
del poder de los malhechores!

Jer 20,10-13


El Señor padeció de los gentiles y de los judíos, de los hombres y de las mujeres, como se ve en las sirvientas que acusaron a Pedro. Padeció también de los Príncipes y de sus ministros, y de la plebe... Padeció de los parientes y conocidos, y de Pedro, que le negó. De otro modo, padeció cuanto el hombre puede padecer. Pues Cristo padeció de los amigos que lo abandonaron; padeció en la fama, por las blasfemias proferidas contra Él; padeció en el honor y en la honra por las irrisiones y burlas que le infligieron; en los bienes, pues fue despojado hasta de sus vestidos; en el alma, por la tristeza, el tedio, y el temor; en el cuerpo, por las heridas y los azotes.

Santo Tomás de Aquino,
Suma Teológica 3, q.46, a.5.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Quieres comentar esta noticia?